La leche UHT proporciona una forma segura, saludable y conveniente de acceder a los beneficios nutricionales de la leche. El proceso UHT y en envase aséptico permiten que la leche se mantenga en perfectas condiciones de consumo, manteniendo todas sus propiedades nutricionales.
Cabe destacar que la leche es una de las bebidas más nutritivas que existe: hidrata, aporta proteínas de alta calidad y minerales, ayuda a la recuperación tras el ejercicio físico. La ciencia ha demostrado que son muchas las razones por las que este alimento no debería faltar en su alimentación.
El envasado aséptico de Tetra Pak ha sido el responsable de la introducción de leche de larga duración en muchas partes del mundo. El sistema UHT (Ultra High Temperature) permite que el alimento se mantenga en sus condiciones originales, almacenado sin refrigeración.
Tetra Pak, en el Día mundial de la leche, repasa los mitos más comunes de la leche UTH o de larga duración:
MITO: NO ES TAN NUTRITIVA
Realidad: el valor nutricional es el mismo
El valor nutricional de nutrientes como el calcio y las proteínas es el mismo en la leche UHT y otras leches con tratamiento con calor más suave en comparación con los de la leche refrigerada. Aunque las temperaturas más altas pueden destruir algunos pocos nutrientes sensibles al calor, los consumidores en principio no consumen leche para obtener estas vitaminas, sino que las obtienen de otros componentes de sus dietas. Por lo tanto, la diferencia entre la leche ultra pasteurizada, como se denomina a menudo, y otro tipo de leche es prácticamente mínima, por no decir inexistente.
MITO: UTILIZA CONSERVANTES
Realidad: no requiere conservantes adicionales
La larga vida útil de la leche UHT puede generar suposiciones con respecto al uso de conservantes, pero nada está más lejos de la realidad. El proceso de tratamiento del calor elimina todos los microorganismos y, como la leche viene en un envase aséptico, no es posible que otros microorganismos puedan ingresar, una característica que garantiza una vida útil prolongada. No hay necesidad de usar conservantes cuando no existe ningún riesgo de que la leche se eche a perder.