- La Inseminación artificial alcanza el 45.6% de éxito acumulado con semen de la pareja y un 56.7% de éxito acumulado con semen de donante
- Con la Ovodonación la madre logra conseguir un embarazo en el primer intento con un 83% de posibilidades
- Después de los 40 años la posibilidad de embarazo en la mujer es menor del 10% de forma natural
El principal problema con el que se encuentran los especialistas de reproducción asistida cuando los pacientes no pueden concebir se deriva de la edad materna. Esto se da por igual cuando una mujer desea tener su primer hijo, o cuando está en busca del segundo o tercer hijo y con el primero no hubo dificultad. Y es que en los últimos años la maternidad se ha retrasado considerablemente, debido a la independencia de la mujer, los estudios y el trabajo.
“En IVI hemos tratado parejas y modelos de familias de todo tipo, pero es la edad de la mujer la que más dificulta que se logre un embarazo. Hemos atendido parejas de mujeres que necesitan tratamiento con semen de donante, mujeres sin pareja que desean tener un hijo solas, parejas heterosexuales en busca de su primer hijo y no lo han conseguido y hasta pacientes que buscan tener más hijos, pero se han realizado la vasectomía o la ligadura de trompas”, manifiesta Saúl Barrera, director Médico de IVI Panamá.
Se aconseja que una paciente visite una clínica de reproducción asistida cuando ha buscado un embarazo durante un año y no lo ha conseguido. Aunque esto dependerá también de la edad de la mujer, porque a mayor edad tienen menos posibilidades de embarazarse de forma natural, así que, si tiene más de 35 años, lo recomendable es que acuda a un centro especializado a partir de los 6 meses de no haber quedado embarazada. Más aún después de los 40 años, ya que las probabilidades de un embarazo son menores del 10% si lo hace de forma natural.
A los hombres, también se le debe practicar estudios, específicamente para ver qué calidad tiene su semen, cómo se mueven los espermatozoides y su concentración en el esperma. A la mujer, por su parte, se le realizará, además de los exámenes médicos generales, una ecografía para valorar el útero y los ovarios.
Con esto se estudiará su reserva ovárica y una vez se obtengan los resultados de los estudios mencionados, es cuando un médico de reproducción asistida podrá valorar qué tipo de tratamiento precisan estos pacientes en concreto según sus necesidades.
Técnicas de reproducción asistida que podemos encontrar en Panamá
Hoy los tratamientos y las diferentes técnicas de reproducción asistida están tan avanzados que no solo están destinados a parejas que sufren problemas de fertilidad, sino también para mujeres solteras, parejas de féminas que desean tener hijos y los casos más complejos pueden acudir a un centro especializado como IVI Panamá, donde gracias a sus profesionales y continua innovación reproductiva, ofrecen soluciones para todos los casos, obteniendo resultados a través de:
Inseminación artificial (IA)
Es la técnica más cercana a la forma natural y de baja complejidad, ya que su objetivo es respetar al máximo el entorno natural de los gametos, propiciando de esta forma la fecundación. La IA consiste en la colocación de una muestra de semen de la pareja (o del donante), previamente preparada en el laboratorio, en el interior del útero de la futura madre, con el fin de incrementar el potencial de los espermatozoides y las posibilidades de que el óvulo sea fecundado.
Recomendado para mujeres sin pareja, parejas con alteraciones en la ovulación o el esperma y parejas de mujeres con buena reserva ovárica, ofrece tasas de embarazo inferiores a otros tratamientos de reproducción asistida, pero superiores a las de una relación sexual llegando al 45.6% de éxito acumulativo con semen de la pareja y a un 56.7% de éxito acumulativo con semen de donante, tras tres tratamientos.
Fecundación In Vitro (FIV)
De no lograrse un embarazo con IA se procederá al siguiente paso que sería la FIV, una técnica algo más compleja de ejecutar. Para este tratamiento se requiere de una estimulación hormonal para poder obtener óvulos, que luego son fecundados en el laboratorio para implantar en el útero y así lograr el embarazo. Con ello, las tasas de éxito se incrementan a medida que aumentan los intentos.
Gracias a la tasa de embarazo acumulativo se consigue que la posibilidad de quedar gestante vaya en aumento, llegando al 64.6% en el primer intento con tus propios óvulos y un 91.7% en el tercer intento. En IVI, estas tasas son muy altas porque se personaliza la estimulación hormonal de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
Ovodonación
Por su parte, con la ovodonación, la madre logra conseguir un embarazo en el primer intento, con un 83% de posibilidades (usando todos los embriones obtenidos en ese ciclo, pero en diferentes transferencias), llegando a un 100% en el tercer intento.
En este proceso en el cual una mujer recurre a óvulos de una donante para poder conseguir el deseo de la maternidad, los óvulos se unirán a los espermatozoides de la pareja receptora para obtener embriones y luego uno de estos se transferirá a la receptora para conseguir ser madre.
Todos estos tratamientos junto con otras técnicas más especializadas se complementan para que se logre el sueño de ser padres.