Desde 1949, el 14 de febrero se estableció como el Día Mundial de la Energía, el cual, nace con el objetivo de generar conciencia entre la gente sobre el uso y gestión sostenible de la energía. Así como el de incentivar un mejor consumo y la utilización de fuentes alternativas que tengan un menor impacto en el medio ambiente.
A más de 70 años de haberse instaurado esta conmemoración, el 80 por ciento de la producción de la energía continúa proviniendo de combustibles fósiles, generando el mismo porcentaje de emisiones de CO₂ al medio ambiente; por lo que hoy más que nunca, resulta crucial impulsar el movimiento que permita a las personas tener una conexión más sana y estrecha con la energía, construyendo el camino para una producción, gestión y consumo más responsable y sustentable.
En este contexto, es importante repensar el tipo de relación que tenemos con la energía, sobre todo, con la electricidad, fuente con la que solemos tener mayor contacto en la cotidianidad y de la cual desperdiciamos hasta un 60 por ciento. Esto debido a la falta de una infraestructura adecuada que permita realizar una mejor medición y por ende, obtener mayor eficiencia energética.
Para Schneider Electric, la clave para mejorar nuestra relación, está en la innovación digital, ya que el uso de nuevas tecnologías, el internet de las cosas y la inteligencia artificial. Ambas abren un nuevo panorama para combinar la digitalización con la electricidad, y generar las herramientas necesarias para tener una mejor noción de nuestro consumo, generando un enorme potencial de eficiencia y eliminación de desperdicio.
Si bien puede parecer complicado, el cambio comienza en casa, la oficina o las empresas, evitando los famosos “consumos vampiro” con sencillas acciones como: desconectar los electrodomésticos que no utilizamos, intercambiando focos de bombilla por lámparas ahorradoras o cambiando nuestra iluminación, equipos y servicios para que funcionen de manera inteligente, con el fin de facilitar la gestión del consumo a través de sistemas remotos residenciales o industriales.
Estos esfuerzos para cambiar nuestra relación con la energía, también deben alcanzar al sector industrial, para transformar la forma en que se gestiona la energía en edificios, industrias y movilidad, aportando a reducir su desperdicio energético, el cual llega a ser de hasta el 60 por ciento.
A esta nueva forma de pensar la electricidad, Schneider Electric lo denomina Electricidad 4.0, la cual es la unión de lo digital y lo eléctrico que permitirá hacer eficiente el consumo de la energía. Ponerla en marcha es fundamental, ya que hoy, somos la primera generación realmente consciente del problema del cambio climático, y la última generación que puede hacer algo.
Para lograrlo, resultará crucial que tanto la industria, el sector público, privado y los consumidores, se unan a través de acciones concisas que permitan sentar las bases de un futuro sin emisiones de carbono. En Schneider Electric, ya está acelerando el ritmo al que todos podemos abordar el cambio climático a través de una innovación digital ágil.